La carrera contra 2 °C está en marcha, todavía tenemos oportunidades, pero el tiempo avanza
¿Podemos alcanzar la meta?
La tecnología, la política y el cambio social tienen el poder para cerrar la brecha de emisiones y crear un futuro más limpio y equilibrado en el planeta. Creemos que la perspectiva de la tecnología es muy positiva, debido a la evolución de las energías renovables, el crecimiento en las redes eléctricas, y la electrificación de los consumos energéticos. No obstante, el tiempo y la velocidad de la implementación está en nuestra contra. Todos los países e industrias deben actuar ahora de forma decidida. La industria energética necesita liderar la transición promoviendo nuevas ideas, compartiendo innovación y encontrando nuevas sinergias junto con otros sectores para acelerar aún más esta transición.
¿Qué se puede hacer para cerrar la brecha entre nuestro pronóstico más probable de 2,4ºC a 1,5ºC?
No hay una fórmula mágica, sin embargo, como se describe en la edición de 2019 de nuestro informe Energy Transition Outlook, creemos que, que una combinación de medidas nos puede llevar a conseguir este objetivo. Algunas de esas combinaciones incluyen:
- Aumentando por diez el crecimiento en la energía solar a 5 teravatios (TW) y un aumento de cinco veces en energía eólica a 3TW para 2030, lo que cubriría el 50% del uso mundial de electricidad por año.
- Aumento de cincuenta veces la producción de baterías para los 50 millones de vehículos eléctricos necesarios por año para 2030, junto con inversiones en nuevas tecnologías para que nuestras redes eléctricas puedan hacer frente a la creciente afluencia de energía solar y eólica.
- Despliegue de nueva infraestructura para cargar vehículos eléctricos a gran escala.
- Se necesitan más de $ 1.5 billones de inversión anual para la expansión y refuerzo de redes eléctricas para 2030, incluidas las redes de transmisión de ultra alta tensión (UHV) y amplias soluciones de respuesta de la demanda para equilibrar la penetración elevada de energías intermitentes.
- Reducción en la intensidad energética global través de eficiencia energética, en un 3,5% por año en la actual década.
- Uso de hidrógeno verde para calentar edificios e insumos industriales, transportar combustible y hacer uso del exceso de energía renovable en la red eléctrica.
- En el sector de la industria pesada:
a. Mayor electrificación de los procesos de fabricación, incluyendo calefacción eléctrica.
b. Fuentes renovables in situ combinadas con soluciones de almacenamiento.
c. Descarbonización no solo de los procesos energéticos, sino de los procesos industriales en sí. - Tecnologías de bomba de calor y aislamiento mejorado que fomenten la eficiencia energética.
- Ampliación ferroviaria masiva tanto para los desplazamientos urbanos como interurbanos y carga de larga distancia.
- Despliegue rápido y amplio de instalaciones de captura, utilización y almacenamiento de carbono.
Esto significa que debemos abordar al menos tres frentes simultáneamente: Adoptar las energías renovables y nuevos vectores energéticos a escala y velocidad sin precedentes; necesitamos invertir en nuestras redes eléctricas para asegurarnos de estén preparadas para los retos de un futuro renovable; y necesitamos impulsar una adopción mayor de medidas de eficiencia energética.
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