¿Qué es lo que importa a los consumidores cuando compran productos alimentarios y bebidas?
China e Italia: confían en los productos de marca para estar seguros, pero la confianza es menor en general
Si bien la confianza en las marcas para proporcionar alimentos seguros es muy alta (95,2% frente a un promedio de 85%), los consumidores chinos encuestados obtienen una puntuación mucho más baja en los productos alimenticios no envasados y sin marca. Sólo el 68,4% (frente al 80,3% de media) confía en los productos alimenticios no envasados y el número de personas que confían en los productos alimenticios sin marca supone el 44,1% (frente al 68,6% de media). En general, los consumidores encuestados europeos tienden a confiar en que los productos que compran son seguros. Los italianos, sin embargo, comparten similitudes con los consumidores chinos en el sentido de que confían menos en los alimentos no envasados sin marca (60,8%) pero más en los productos de marca (92,4%).
Empresas de confianza europeas para asegurar la seguridad alimentaria
Los encuestados europeos tienden a confiar más en los fabricantes y proveedores de alimentos que en los consumidores de otras geografías y, por lo tanto, son menos activos en la búsqueda de mayor información sobre los productos. Sólo el 49,5% (frente al 55,1% de media) acogería con agrado más información sobre la seguridad alimentaria y el 48,2% (frente al 53,4% de media) sobre cuestiones de salud. En Asia, el panorama es inverso y el 60,7% agradecería recibir más información sobre la seguridad alimentaria y el 58,5% sobre cuestiones de salud. Así, por ejemplo, se identifica un % de interés para mayor información sobre cuestiones de inocuidad de los alimentos de 75,5% en China y 66,9% en Malasia, y en cuestiones de salud están muy por encima de la media con 68,1% en China y 62,8% en Malasia, lo que indica que asumen una mayor responsabilidad individual para asegurar la información sobre la inocuidad de los alimentos y la salud. Japón es una excepción a esta media del continente asiático, bajando el promedio (33,7%).
Generaciones jóvenes toman una perspectiva más amplia
La seguridad alimentaria y las preocupaciones por la salud entre los milenians están a la par del promedio. Sin embargo, tanto la Generación Z (18-24 años) como la Generación Y (25-39 años) agradecerían una mayor transparencia en los temas ambientales 43% y 42,8% respectivamente (vs. 38,4% promedio). Los “boomers” (mayores de 55 años) parecen enfocarse más en los temas que les impactan como individuos e indican así, una menor preocupación por los temas ambientales 31,1% y los temas sociales (26,6% vs. promedio).
Preocupaciones sobre cuestiones sociales más altas en el sureste de Asia y sur de Europa
El Asia sudoriental y los países de Europa meridional prestan mayor atención a las cuestiones sociales. Los países en los que los salarios dignos o las horas de trabajo pueden ser un problema indican una puntuación más alta en condiciones de trabajo saludables, como Malasia (70,6% frente a un promedio de 56,3%), Vietnam (67,7%) e Indonesia (68,4%).
En Europa, la preocupación por los derechos humanos va en aumento debido a los recientes escándalos sobre el empleo de mano de obra irregular en el sector agrícola. Por ejemplo, en Italia, los derechos humanos preocupan al 61,9% y en España el 61,8% (frente al 55,5% de media)
Cuestiones de salud: los asiáticos quieren indicaciones claras del contenido de producto
Estar informado sobre el contenido de los productos es lo primero que se tiene en cuenta en todas las geografías. Sin embargo, los asiáticos indican un mayor grado de preocupación. Un total de 71,2% (frente a un promedio de 65,2%) indica que sería bien recibida más información sobre el contenido de los productos. En Indonesia esta cifra se eleva al 77,4% y China al 74,7% le gustaría tener más información. El Japón (62,4%) y Singapur (67,4%) son una excepción, lo que reduce el promedio. Esto apoya la indicación de que los consumidores de algunas partes de Asia asumen una responsabilidad más individual de comprobar los productos alimenticios antes de comprarlos.
Cuestiones ambientales: atención sobre emisiones de gases de efecto invernadero y consumo de agua
La sostenibilidad de los envases y los ingredientes orgánicos encabezan la lista general de preocupaciones, pero cuando se trata de cuestiones más amplias, destacan más algunas geografías que otras. Vietnam obtiene una puntuación muy por encima de la media en cuanto a la preocupación por las emisiones de gases de efecto invernadero (66,4% frente al 50,6% de media) y le siguen Italia (59,4%), Brasil (57,1%) y España (56,2%). La reducción del consumo de agua es una preocupación en países europeos como Alemania (53,1%), Italia (49%) y España (51,5%). Brasil también registra altas puntuaciones (con 47,4%)
Otros temas de sostenibilidad: el bienestar de los animales es una preocupación europea. La información del producto se encuentra en la lista.
Entre los países que quieren más información sobre el bienestar animal, encabezan la lista países europeos como Italia (60,7%), Reino Unido (58,8% frente a 52,5% de media) y Alemania (58,4%). En otros lugares, el enfoque principal está en el origen del producto y los ingredientes. Esto es particularmente relevante en Italia y en partes de Asia donde el origen del producto y los ingredientes son las principales preocupaciones. Entre los consumidores italianos, el 73,5% (frente al 63,7% de media) agradecería más información sobre estos temas. En China el 67,8% indica lo mismo y en el sudeste asiático Vietnam encabeza la lista con el 78%, seguido de cerca por Indonesia (72%) y Malasia (72,7%). Japón (58,1%) y Singapur (64,8%) bajan el promedio.
Los milenians pagarían más por productos verificados o certificados
La generación más joven está más predispuesta a pagar más si la información sobre la calidad, la seguridad, el medio ambiente, la sociedad y la salud de un producto ha sido verificada por un tercero o si el propio producto (o el fabricante) ha sido certificado según una norma de calidad o seguridad alimentaria reconocida. La generación Z (18-24 años) obtiene una puntuación de alrededor del 79% y la generación Y (25-39 años) alrededor del 75% (frente a un promedio de alrededor del 68%). La generación “boomers” (edad 55+) ve esto de manera diferente y sólo el 56,1% (vs. 67,5% promedio) están dispuestos a pagar más por información verificada y tan sólo el 58,3% (vs. 69% promedio) pagaría más por un producto certificado.
Los asiáticos y brasileños saben cómo verificar la garantía de tercera parte
Los consumidores de Asia y Brasil comprueban con mayor frecuencia si un producto ha sido certificado o no. En Brasil el 69,7% (frente a un promedio del 53,4%) sabe cómo comprobar la certificación y en China el 72,8%. Esto contrasta fuertemente con Europa, donde la mayoría de los consumidores no sienten esta necesidad de comprobar la certificación (39,8%).
Además, en Asia, el 78,6% indica que pagaría más si el producto o el fabricante está certificado con arreglo a una norma de calidad o seguridad alimentaria reconocida. Sólo en China la cifra asciende al 79,9%. Los países en los que la seguridad alimentaria es más preocupante tienden a estar más predispuestos a pagar más por la información verificada del producto o la certificación del mismo.
Asia y Europa: la comunicación a través del producto puede lograr mayor confianza
En Asia, el 59,7% (frente al 45,7% de media) ya conocen y han intentado utilizar los códigos QR. Los usuarios más habituales se encuentran en China (34,2% frente a un promedio de 18,5%) y en Viet Nam (44,1%). Esto contrasta con los consumidores europeos, donde el 33,3% conoce y ha escaneado un código QR. Sólo el 10,8% son usuarios habituales. El número aumenta drásticamente en todas las geografías ante la perspectiva de que los códigos QR den acceso a la información sobre la autenticidad y el origen de los productos. En Asia, el 78,2% (frente a la media del 65%) dicen que utilizarían entonces los códigos QR, con Vietnam (93,6%), Indonesia (91,2%) y China (86,8%) a la cabeza de la lista. Japón baja el promedio con un 42,2%. Estos porcentajes también aumentan significativamente en Europa (52,5%), en concreto en España destaca con un valor de 71,3%.