En términos simples, ponen las prácticas sostenibles en el epicentro de su modelo de negocio. Esto se traduce en un menor riesgo, nuevas fuentes de ingresos, mejores relaciones con los clientes y la mejora de la posición competitiva.
Para los líderes, la sostenibilidad no es una actividad secundaria insignificante; todo lo contrario, es parte integral en todas sus decisiones de negocio y en la forma en que crean valor.
Una estrategia de sostenibilidad sólida le da un entorno para gestionar sus asuntos sociales, ambientales y económicos más significativos. Expone su visión, principios y políticas y define su enfoque de gestión, el compromiso de las partes interesadas y la presentación de informes.
En términos más generales, su estrategia impulsa el entusiasmo, la sensibilización y el alineamiento en toda la organización; y por último, ayuda a que la sostenibilidad sea rentable.